Ser nadie y parte
de la nada,
la búsqueda frágil
y el rumor
de la piedra.
Servir de sangre,
sacrificio a Dios si éste vive,
la asfixia,
el vacío,
la madera de sus llamas.
Tiempo de soledad
que el tiempo ralentiza,
como la savia callada
y la mecha de una lágrima
que grita.
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