28 feb 2011

Arco ojival


El arco ojival,
punto límite de mis pernoctaciones
para mezclar la sangre y el cuerpo
en una lengua de beso.

Una entrada a ti, a tus huesos,
coronada de ti en un bosque inabarcable
que acarician los hombres con sus dedos
con realismo crudo de carne y goce,
manipulando el verso verdadero.

En los cipreses abundantes de flores de piedra,
me aflijo en la escultura de tu sexo inaccesible,
y en las hordas de suplicios de la liturgia del destino
mis entrañas yacen con heridas de cuchillo.

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